Cuando me diste el primer beso
tornó en azul mi cielo
se fueron las nubes negras
de mi días grises
y mis moches de tormenta.
Se acabó el llanto
y la soledad
el deseo de acabar de sufrir
ni sentiré más a las ánimas
llorar por mí.
No amanece más
haciendo equilibrios por los bordillos
de eterna madrugada
empapados de alcohol
mis turbios ojos soñadores...
Ahora amanecen mis días radiantes
de sol atravesando el rocío
y veo en tu mirada
su luz descompuesta en colores:
tu arco-iris
Luz de guía
hacia el altar de nuestros besos
contigo siempre de la mano
la inspiración de mis versos
con la mirada ya limpia
que contempla a su dueña
de unos ojos soñadores
los que supiste ver
cuando me diste
el primer beso.
Te amo Mercedes, siempre y para siempre...
Tu marido Juan Manuel Santiago Chica